Si notas que la caldera enciende pero no calienta el agua, lo más seguro es que lo haga a través de la válvula de seguridad. Esta es una válvula cuya principal función es aliviar la presión. Así, el hecho de eliminar agua es una medida de prevención cuando la presión es tan alta que puede ocasionar alguna avería en la caldera.

Razones por las que la caldera enciende pero no calienta el agua

Presión demasiado alta

Ante esta situación, lo primero que tienes que hacer es fijarte en el manómetro, cuya aguja debe marcar entre 1,5 y 5 kg/cm2. Esa es la presión a la que debería funcionar la caldera si todo va bien.

Si la presión se encuentra por encima de ese rango, la solución más sencilla para que baje es purgar algún radiador. Una vez realizado el proceso, debes asegurarte de que la presión no vuelve a subir.

Si la presión de la caldera sube de nuevo, es que el problema es más grave y, por tanto, debes ponerte en contacto con un profesional cuanto antes.

Llave estropeada o rota

La llave de llenado se encuentra en la parte inferior de la caldera. Debes comprobar que esté bien cerrada y que esté en perfecto estado. De lo contrario, debes sustituirla.

Vaso de expansión

El vaso de expansión es un elemento localizado en el interior de la caldera. Se encarga de absorber el aumento de presión del agua  en el circuito. Así, cuando la temperatura del agua sube, tanto la presión como el volumen también lo hacen. El vaso de expansión es el elemento de seguridad que controla que el volumen del agua al calentarse no sea mayor del debido.

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