Los acumuladores de calor dinámicos presentan un aislamiento mucho más eficiente que los estáticos. Esto se debe a que la descarga se lleva a cabo a través de una pequeña turbina que permite la acción del aire por medio del núcleo de acumulación. Sus pérdidas, en este caso, son de un 20%, que cede por radiación. En consecuencia, hasta el 80% que queda libre es descargado a través de la turbina y puede ser regulado gracias al control de los termostatos, que se encuentran tanto por fuera como por dentro del sistema.

Además, el control de la descarga da la posibilidad al usuario de integrarlo en sistemas domóticos y en la gestión de la temperatura por zonas específicas. Parece, por tanto, que es una tecnología bastante sofisticada la de los acumuladores de calor dinámicos. ¿Precios? Veamos cómo se comportan con nuestro bolsillo. ¿Serán más caros o más baratos?

Acumuladores de calor dinámicos: precios

Los acumuladores de calor eléctricos pueden ser de dos clases: estáticos y dinámicos. Los acumuladores dinámicos crean calor y requieren energía para su funcionamiento de forma constante. Los estáticos, mientras tanto, son los que están hechos de ladrillos cerámicos refractarios; éstos almacenan el calor y más tarde lo despiden al exterior sin consumo eléctrico, de acuerdo con una tarifa nocturna beneficiosa. Los dinámicos son más sofisticados, más efectivos y, por tanto, más caros que los estáticos. La diferencia media de precio puede estar entre 200 y 300 euros.

¿Por qué son más caros?

Si valoramos los motivos que pueden dar lugar a esta diferencia, hallaremos varias razones. Todos los prejuicios sobre los acumuladores de calor dinámicos (¿precios abusivos?, ¿consumo excesivo?) se desmontan atendiendo a sus ventajas. Son las siguientes.

  • Completos. Son compatibles con la tarifa eléctrica de discriminación horaria de 14h.
  • Ventilador. Incluyen un ventilador silencioso que optimiza la regulación de la temperatura en la zona a climatizar.
  • Versátiles. Son aparatos de usos muy diversos, ideales para casas, pisos, áreas comerciales, oficinas o en aquellos espacios donde una distribución de calor adicional se pueda requerir en determinado momento y de forma precisa.
  • Tamaño perfecto. Son pequeños, estéticos, y por lo tanto adecuados para cualquier emplazamiento.