Cuando una lavadora no centrifuga, muchas veces cunde el pánico en los hogares. Lavar la ropa es algo básico, y si no se centrifuga la ropa, puede quedar con excesiva humedad y por ello, no secarse a tiempo.

¿Por qué una lavadora no centrifuga?

Generalmente, cuando una lavadora no centrifuga se debe a alguna avería o problema que debes solucionar. Lo primero que debemos hacer, es poner la lavadora sin nada de ropa. Si con ropa es incapaz de centrifugar pero sin ropa lo hace, tienes una avería en el condensador.

Otra avería muy común es el tubo de desagüe, el cual puede estar en mal estado. Por ejemplo, puede estar torcido o puede estar atascado. Si sólo es un atasco, con una limpieza será suficiente.

En otras ocasiones, las averías son más graves. Por ejemplo, puede que el motor se haya quemado, algo que es fácil de detectar por el olor. En el caso de que la lavadora se detenga, puede deberse a la bomba de agua. En ambos casos, la solución es reemplazar las piezas por otras nuevas.

Otra avería muy común tiene que ver con las escobillas, las cuales van acopladas a un motor de inducción. En este caso, el motor está en buen estado, pero las escobillas están gastadas, algo que provoca que el motor no consiga girar con potencia para centrifugar. En este caso, se necesita hacer un cambio de escobillas.

Además, también revisa los enchufes y conexiones eléctricas de la misma. A veces, todo esto se debe a cables y conexiones en mal estado, los cuales hacen que la lavadora no tenga potencia suficiente.

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